miércoles, 27 de octubre de 2010

Dorada a la plancha


Vamos con una de pescaíto.

Aunque lo explico para una dorada, también es bien válida una lubina, o inclusive/también nos vale un sencillo, e insulso de por sí, filete de merluza de estos que venden congelado.

Es una receta rápida, y muy rica, además de nutritiva.

Cuando pidamos el pescado, decir al amable y dispuesto pescadero que lo prepare para hacerlo a la espalda. Es que lo de la plancha no suelen pillarlo. Te dan a elegir si queremos que le quiten o no la cabeza. Esto, a gusto del consumidor. Yo se la quito.

Como nos dan el pescado limpio y abierto en canal, todo es más sencillo, porque sería la fase más trabajosa, y por qué no decirlo, asquerosilla.

Necesitaremos estos ingredientes:

1º El pescado, claro.
2º Sal gruesa.
3º Pimienta negra molida.
4º Vinagre.
5º Aceite de oliva, claro.

Mal tienen que estar la despensa y la nevera si no tienes todo lo necesario.

Pasamos a hacer el pescado:

PRIMERO: En una sartén grande (vamos, que quepa el pescado) o en una plancha ponemos un chorreón de aceite. Dejamos que se caliente un poquito.

SEGUNDO: Colocamos el pescado boca abajo. Le ponemos sal gorda y la pimienta negra molida. La podemos tener ya molida, o lo que me gusta a mí, en un bote con molinillo de estos que la muele sobre la marcha.

TERCERO: Al poco, damos la vuelta al pescado, y repetimos operación con la sal y la pimienta.

CUARTO: Bajamos el fuego, para que durante algunos minutos se haga bien por dentro. Y es el momento de ponerle una pizca de vinagre. Al principio era reacio a echar vinagre, pero merece la pena, le da algo especial a la receta.

Y listo. Facilísima, ¿verdad? Ahora la guarnición a elegir, patatas panaderas (¿de dónde vendrá este apellido de patata?) o a los hervíboros, unas hojitas verdes tipo césped que tanto os gustan.

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